El departamento de Castellano y Literatura de la Upel Maracay fue totalmente desmantelado este lunes 25 de enero. Los delincuentes se llevaron varios equipos y también causaron destrozos en los departamentos de Música, Sociales e Informática, y arrojaron libros y textos por todo el lugar. La universidad de los maestros está arropada por la maleza.
Maracay. “Nuestra alma máter fue víctima de la delincuencia. El Departamento de Castellano de la Upel Maracay fue desmantelado”. Así lo expresó el dirigente estudiantil de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador en Maracay, Gabriel Díaz. Mientras que la profesora Maydelí Casanova, dio cuenta de una nueva incursión delictiva en la Upel, que dejó desmantelado el departamento de Castellano y Literatura, así como los de Música, Sociales e Informática.
La mañana del lunes 25 de enero, el personal de la institución se percató de que las puertas de estos departamentos fueron violentadas y que los delincuentes cargaron con una radio, dos monitores, dos computadoras, un video beam, una nevera ejecutiva, un microondas, entre otros artículos.
Los vándalos, además, dejaron un gran desorden luego que arrojaran al suelo, libros y textos.
El director de la Upel Maracay, Eladio Gideón, señaló que la universidad ha sido víctima de múltiples robos durante la pandemia, pero que la arremetida delictiva ha ido empeorando desde que se inició el año. De ello queda evidencia en los robos registrados en los departamentos de Sociales, Biología y Química.
La autoridad universitaria exhortó y solicitó al gobierno regional y nacional, apoyo en materia de seguridad para la casa de estudios y así resguardar lo poco queda para la enseñanza de los futuros educadores del país. Y es que la UPEL Maracay no cuenta con recursos suficientes para garantizar la contratación de personal de vigilancia.
Esta sede apenas cuenta con uno o dos vigilantes que no pueden brindar seguridad a la amplia extensión del campus, el cual evidencia un deplorable panorama.
La hierba y la maleza arropan pasillos, salones y plazoletas de la Upel Maracay. El mantenimiento de la institución se hace cuesta arriba con los disminuidos recursos que percibe.
Es sabido que el déficit presupuestario que atraviesan las casas de estudios superiores las mantiene asfixiadas y apenas pueden cubrir los gastos de nómina de personal.
“El régimen, en su afán de acabar con la libertad del pensamiento, tiene como política de Estado acabar con las universidades. Nuestra universidad está en decadencia, gracias a la asfixia presupuestaria a la que es sometida, pero los jóvenes vamos a luchar por recuperar nuestros espacios de estudios y por la libertad”, aseguró el dirigente estudiantil Gabriel Díaz.
Con información de Crónica Uno