El pasado viernes 29 de noviembre el gremio de transporte sorprendió a la población de la capital de Amazonas con un nuevo incremento en las tarifas del pasaje, sin haberlo anunciado ni consultado con la cámara de concejales. Hasta ahora, los ediles que integran la comisión de Transporte han mantenido silencio absoluto ante el tema, en medio de las quejas y protestas de los ciudadanos.

Sin contar con la aprobación legal ni una normativa que los avale, los transportistas impusieron una tarifa variada en el centro de la ciudad, que va desde Bs 1.500 hasta 2.000 bolívares soberanos, mientras que hacia las comunidades indígenas de los ejes carreteros norte y sur, el incremento fue de 3.000 bolos a 5.000 mil bolívares, situación que preocupa a los ayacuchanos ante la poca disponibilidad de efectivo.

Susana Torres, usuaria de la parada El Baquiano, declaró que una vez más le dieron un madrugonazo con el aumento del pasaje. Considera un abuso de parte de los transportistas aumentar las tarifas sin haberlo anunciado, Señaló que se están aprovechando de la necesidad del pueblo, «que día a día tiene que batallar para poder obtener dinero en efectivo, que está muy difícil de conseguir».

“Las autoridades han permitido todos los aumentos que al transportista le ha dado la gana hacer; no toman en cuenta lo difícil que es obtener efectivo. Hoy nos incrementan la tarifa nuevamente sin que los concejales lo hayan aprobado. No hay una gaceta para justificarlo y no tenemos manera de defendernos», indicó.

Problema como excusa

Las cooperativas que conforman el gremio de transporte público en la región sostienen que el incremento del pasaje se debe a la economía inestable que se vive en el país, donde los precios de los repuestos son casi impagables, según manifestó Francisco Mendoza, conductor. Sostiene que sustituir una pieza dañada de un autobús implica cotizar en dólares americanos o pesos colombianos.

Otro de los problemas que se exteriorizan y que aportan a la fijación de estas tarifas, es el costo de conseguir combustible. Los que manejan una unidad autobusera presentan como principal excusa que les ha tocado comprar gasolina en el mercado negro para poder trabajar, en vista de que las fallas de este servicio en la estación Cataniapo, en La Florida, donde les corresponde surtirse, se presentan todas las semanas.

Arriesgada opción

La falta de unidades en Puerto Ayacucho contribuye con el colapso de la ciudad, por la gran demanda de usuarios que a diario requieren trasladarse a sus lugares de trabajo, escuelas o a hacer sus diligencias diarias. A pesar de la puesta en funcionamiento del Transporte Amazonas (Trans Amazonas), este sistema no ha sido suficiente para cubrir las rutas, incluyendo las que conducen a comunidades indígenas.

Esto ha llevado a los amazonenses a arriesgarse e improvisar abordando «perreras» para llegar a sus respectivos destinos. Para el que reside en la capital de Amazonas usar un taxi también resulta impagable: el precio promedio de una carrera, solo en el casco central, es de 30.000 bolívares, mientras que los mototaxis están cobrando 20.000 bolívares.

Con información de El Pitazo

Ir a la barra de herramientas