El alza sostenida de la inflación de los últimos años en Venezuela, ha obligado a que las familias dejen a un lado sus gastos distintos a la alimentación diaria. Un estudio realizado por Nielsen de Venezuela revela que el consumo ha caído 37,5% durante este año.
El venezolano ha cambiado sus hábitos de consumo y sus gastos producto de la crisis caracterizada por la recesión económica y el incremento de los precios, que a juicio de algunos analistas tiene indicios de un proceso hiperinflacionario.
Alexander Cabrera, director de Nielsen de Venezuela, informó que desde el 2015 las compras del hogar comenzaron a ser la prioridad de las familias y desde ese entonces se iniciaron las modificaciones en los hábitos de consumo. “El venezolano de hoy es otro: sale menos, gasta menos en ropa y compra marcas más económicas. Cuando las crisis son prolongadas, es inevitable que los patrones de consumo cambien”.
De acuerdo a un estudio realizado por la empresa para este año, el venezolano destina 90% de su ingreso familiar a los gastos del hogar, principalmente a la compra de productos alimenticios. Durante 2016, esa cuota era de 83%.
Acotó -por ejemplo- que entre 2008 y 2009 fue uno de los mejores períodos de consumo en Venezuela, mientras que ahora el debate se centra entre lo imprescindible versus lo prescindible.
“El consumidor venezolano destina la mayor parte de sus ingresos a alimentos, dejando a un lado los lujos. En este sentido, 91% de los encuestados señaló que ha cambiado sus hábitos de consumo”, dijo Cabrera durante su presentación en el foro ¿Cómo presupuestar en 2018?, organizado por Venamcham.
Destacó Cabrera que a pesar de este mayor porcentaje de los ingresos a la compra de alimentos, el consumo en el país ha caído 37,5% durante este año, debido a la poca disponibilidad de productos y los altos precios. “De todas las crisis de Venezuela, el poder adquisitivo no había sido tan golpeado como ahora“.
Señaló que con el salario mínimo que se cobraba en el año 2009 se podía comprar pasta, atún y hasta whisky, mientras que en 2016 se podía adquirir pasta, algo de atún y cero whisky.
Resalta entre los resultados del estudio, que el consumo per cápita anual de las pastas alimenticias -por ejemplo- era de 4,1 kilos en 2014 mientras que en 2017 pasó a 1,9 kilos. La compra de galletas pasó de 1,5 kilos a 0,7 kilos; el consumo de refrescos pasó de 44,9 litros a 14,6 litros y la compra de detergentes de 6,1 kilos a 2,4 kilos.
“En 2014 en Venezuela se consumía más cerveza, refrescos, detergente, pasta y galletas que muchos países de América Latina, hoy en día los niveles de consumo per cápita de Venezuela se acercan al de naciones como Ecuador o Guatemala”, acotó Cabrera.
Fuente: El Estímulo
Fecha: 29 de septiembre de 2017