Este lunes se reportaron varias protestas en distintos estados del país por falta de suministro de agua potable porque –desde que empezó la cuarentena– ha sido más difícil que el servicio llegue a las comunidades pese a que es un recurso necesario para cumplir con las normas sanitarias y enfrentar la pandemia por COVID-19, enfermedad que hasta el 24 de mayo alcanzaba 1121 casos en el país. Los organismos estatales no sueltan ni una gota de agua.
En Caracas, vecinos de la urbanización Mirávila, en la parroquia Caucagüita, salieron a las calles a protestar porque llevan 57 días sin recibir agua por tuberías ni de cisternas. Calcularon que más de 2000 familias están afectadas.
Habitantes de la parroquia La Dolorita también manifestaron porque tienen más de un mes sin poder abastecerse, según usuarios de Twitter.
Otras cuatro protestas se registraron al mediodía: una ocurrió en la avenida principal de La Urbina, donde vecinos aseguraron que no llega el agua desde hace 200 días. Asimismo, lo hicieron residentes del Barrio Metropolitano, quienes trancaron el acceso hacia Terrazas del Ávila desde la autopista para manifestar su descontento por la falta del servicio.
Por su parte, vecinos de Parque Central salieron para exigir que se restablezca el servicio, pues llevan más de nueve días sin agua. En Las Tunitas de Catia La Mar, estado Vargas, también protestaron porque tienen dos meses con los grifos secos.
El municipio Sucre ha sido de los más afectados por la escasez del líquido. En la urbanización Los Chorros cuentan 58 días continuos con los tanques vacíos; Macaracuay registra 15 días; parte alta de Sebucán 46 días; y Campo Ricio, en Petare, 12 días.
Debido a la falta de agua, en la comunidad de Pinto Salinas deben hacer largas filas para poder llenar sus envases. Frecuentemente acuden a llenaderos cercanos o a la Cota Mil. Así está el Barrio Nuevo en Antímano, donde la gente espera durante horas por una cisterna.
252 camiones cisterna llegaron al país el pasado sábado 16 de mayo, como parte de un convenio entre el gobierno de Nicolás Maduro y China, con el fin de abastecer a 188 municipios del país. Sin embargo, la cantidad de litros transportados alcanza para pocas familias.
La semana pasada Crónica.Uno registró 20 protestas por agua. Mientras que la encuesta diaria que lleva la Comisión de Expertos de la Salud de la presidencia interina reveló que solo 4 % de los venezolanos tiene acceso al servicio de manera continua y de calidad.
Las protestas se extienden y vecinos de El Calvario, Pueblo Arriba, Cepa, Vuelta Blanca y otros sectores de Guarenas reclamaron desde temprano este 25 de mayo en la Alcaldía por la ausencia del servicio. Denunciaron que tampoco reciben cisternas.
Mientras caraqueños protestan y denuncian la falta de suministro, la asociación civil Convite informó que geriátricos como La Nova y Casa Hogar Quinta Letty en La Florida no escapan de la escasez de agua potable desde hace más de un mes.
Hidrocapital no ha dado mayor información sobre la falta de suministro hacia estos sectores. Solo comunicó que se realizaron labores correctivas en el grupo de bombeo número tres en la estación de Nueva Casarapa, municipio Plaza.
Carabobeños en pie de lucha por el agua
La falta del servicio de agua potable en Carabobo no da tregua, genera cada día que pasa mayor malestar entre los carabobeños. El gobierno regional ha tratado de paliar la situación con la activación de cisternas de agua que distribuye entre las comunidades.
Rechazan que el gobernador Rafael Lacava invierta dinero en camiones cisternas en vez de buscar soluciones permanentes a través de Hidrocentro. En el municipio San Diego llevan más de 45 días sin agua. La planta potabilizadora Alejo Zuloaga solo genera 2500 litros por segundo de 6000 que es su capacidad.
En lo que va de mayo de 2020, se han registrado al menos cinco protestas por la falta de agua potable, el común denominador en las denuncias es que tienen meses sin recibir el líquido, y cuando se asoma por los grifos lo hace con olor putrefacto y color amarillento. Además, rechazan que Lacava busque solventar la problemática con la distribución del líquido a través de cisternas, lejos de alcanzar una solución, sienten que aquello es una humillación.
El 15 de mayo protestaron los vecinos de Parque Valencia, al sur de la capital carabobeña. El 20 de mayo sonaron las cacerolas en el municipio Naguanagua. Se quejaban, además de la falta de agua, por los cortes eléctricos y la ausencia de gas doméstico. Para el 21 de mayo habitantes del municipio San Joaquín acudieron a la sede de la alcaldía de esa localidad para exigir respuesta ante la falta de agua.
En esa oportunidad, Luis Pérez, vecino de San Joaquín, denunció que llevaban 10 días sin agua. Relató que el agua llega sucia y en poca cantidad. Otras comunidades que se abastecen por pozos de agua llevan hasta un año sin el servicio porque se les dañaron los breakers del sistema de bombas. Además, reveló que cuando elevan sus reclamos son amedrentados. Al mismo tiempo, subrayó que el agua es vital para prevenir la COVID-19.
Al norte municipio Naguanagua, en el sector Malagón, el escenario es parecido. Franklin Koch, afectado por la falta de agua, relató que el servicio es irregular, llega de vez en cuando, lunes y sábados por pocas horas y luego no la envían más. En esta zona son casi 600 familias afectadas que deben buscar agua en el río Carialinda, usar agua de los aires acondicionados o esperar la lluvia para llenar los baldes. Como el agua que sale por los grifos es de mala calidad deben usar cloro para poder minimizar los riesgos de contraer enfermedades de la piel.
Olga Castellanos, se concentró en la protesta este 25 de mayo en el municipio San Diego, la denuncia de esta mujer refleja el mismo drama que viven los carabobeños en otros municipios, solo cambia que se han organizado en mesas técnicas con Hidrocentro y representantes de la Cámara Municipal para poder reparar al menos el sistema de bombeo de los pozos de agua. Sin embargo, a pesar de que han reunido y entregado dinero a estos funcionarios el problema no ha sido resuelto.
“La bomba 1 de la parte alta de La Esmeralda se reparó con la ayuda de la alcaldía. Pero la bomba tres se acordó en mesa técnica que los vecinos pagarían una parte de la reparación. la comunidad pago 300 dólares y aún no ha aparecido. Se le pagó a los encargados de Hidrocentro, no es la primera vez que pasa esto, la comunidad a veces paga para resolver y no nos arreglan nada”, sostuvo Castellanos”.
La mujer recalcó que la solución no es enviar cisternas de agua, cuando llevan más de 45 días sin el servicio en medio de la cuarentena por COVID-19. En tal sentido, manifestó que “la gente del oficialismo viene y te pregunta si tienes peroles para llenar, apenas te dan la cantidad para bajar dos pocetas, pero eso sí: se toman la foto dando el agua”. Considera que esta acción la ejercen para seguir manteniendo a la colectividad arrodillada. Además, en sus declaraciones le pregunta al gobernador Rafael Lacava “por qué no pide recursos para que resuelvan el problema de los acueductos en Carabobo”.
25 cisternas activas para atender 14 municipios de Carabobo
El 13 de mayo, el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, anunció con bombos y platillos desde el llenadero de agua ubicado en Guaparo al norte de Valencia que incorporaba con el apoyo del gobierno de Nicolás Maduro 25 camiones cisternas para “HidroDrácula”, que beneficiaría a las partes altas de los municipios carabobeños donde se dificulta que llegue el servicio, mientras se terminan de solventar las disposiciones técnicas para normalizar el suministro de agua a través de los acueductos existentes.
HidroDrácula fue puesta en funcionamiento en junio de 2018. La intención de este servicio era lograr la distribución gratuita de aproximadamente de 45,6 millones de litros de agua potable al mes, a través de 10 camiones cisternas con tanques de 38.000 litros.
Planta Alejo Zuloaga trabaja por debajo de su capacidad
Saúl Jiménez, presidente de Asociación Civil Casa del Nuevo Pueblo, asociada del Grupo Social (Cesap) aseguró que de la capacidad instalada de 6000 litros por segundo que tiene la Planta Potabilizadora Alejo Zuloaga, se están generando 2500 litros/segundo de agua, lo que evidencia una crisis en el sector.
“La Gente Propone Valencia”, un proyecto ejecutado por Cesap Carabobo, realizó un estudio de campo en nueve parroquias de Valencia, el cual reveló que durante la primera quincena de mayo solo 3 % de 116 comunidades al sur y norte de la capital carabobeña recibieron de manera permanente el servicio de agua potable.
En estos días de confinamiento 67 % de los encuestados aseguraron que existe un racionamiento constante del servicio que va entre 2 o 3 días a la semana en mayo.
También observaron un aspecto alarmante y es la creación de tomas artesanales o pozos profundos, sin un estudio previo de los pozos existentes en la zona, datos de estudios geofísicos, riesgos de contaminación e interferencia entre los pozos, entre otros. 18 % del total de encuestados realizaron estas perforaciones en sus viviendas para tener agua de calidad constante.
El embalse Pao-Cachinche es la principal fuente de abastecimiento de agua potable del área metropolitana de Valencia, así como de otras poblaciones de Carabobo y del estado Aragua. En este embalse desembocan las aguas contaminadas del río Cabriales y del lago de Valencia, las cuales van hacia la planta de tratamiento Alejo Zuloaga. Saúl Giménez destacó que las unidades de sedimentación y filtrado de la planta no están diseñadas para el tratamiento de aguas altamente contaminadas.
Con información de Crónica Uno