Reciclar ropa para esta Navidad no pasó por la mente de Luz María Villasmil hasta noviembre, cuando recorrió los centros comerciales en busca de prendas para ella y sus hijos de uno y cuatro años. Al avanzar por las tiendas chocó de frente con los precios: el sueldo mínimo no le alcanzaría.
Habita en el sector II de La Faría y relató que cada diciembre compraba el estreno para el 24 y 31, pero este año se dispuso a sacar vestidos viejos. Además seleccionó pantalones grandes para adecuarlos a sus pequeños.
La Verdad hizo un recorrido por los mercados populares del casco central y comprobó los precios de la ropa. Una mujer requiere de al menos 80 mil bolívares para adquirir una blusa, un pantalón y un par de zapatos de mediana calidad. María Millán, comerciante desde hace 35 años, aseguró que la mercancía no se vende porque las personas invierten el dinero en comida, se van a las coroteras o buscan arreglar. Calificó como «critica» la situación para sus negocios.
Costura milagrosa
Los ciudadanos como Villasmil rechazan el precio de las prendas y buscan costureras en sus localidades para remendar la ropa porque solo deben pagar en promedio entre mil 500 y tres mil bolívares en mano de obra.
Miriam de Álvarez, tiene un taller de costura en el sector Veritas y en su sala resaltan bolsas de prendas apiñadas a la espera de arreglos. La oriunda de Colombia, explicó que parches, ruedos y reducciones para jeans es lo que buscan siete de cada 10 clientes que recibe a la semana.
Señaló que las jóvenes que desean mantener el estilo les piden detalles para simular vestidos, camisas o faldas nuevas. Lamentó que en los últimos meses aumentaron los clientes que entregan piezas para que las lleve a una talla adecuada para sus medidas, disminuidas por la ingesta “mínima” de alimentos. Aseguró que este año es “tan triste” económicamente que las madres le entregan hasta la ropa interior para que les coloque elástica.
Confección
Para los ciudadanos que buscan la economía y cuentan con suficiente dinero, la confección es ideal. María Angélica Calixto, comerciante de 22 años, comentó que cuando aumentaron los precios en octubre se dio cuenta que no podría estrenar en Navidad. Optó por comprar tela y apelar a la obra de una costurera cercana a su vivienda, en San Francisco. Gastó solo siete mil bolívares en promedio por vestidos y blusas hechas a su medida y gusto. Comprarlas nuevas implicaría de 12 mil a 20 mil bolívares.
Sonia Muñoz, modista nacida en Barranquilla, detalló desde su taller en Delicias, que desde septiembre 50 personas a la semana tocan su puerta para solicitar sus servicios.
Con solo dos trabajadoras no puede atenderlos a todos, pero remite a los clientes a colegas cercanas. Las mujeres acordaron los precios para no “golpear” a los marabinos que sufren al no contar con el dinero para vestirse. “Solo un hilo cuesta dos mil bolívares y sabemos que no podemos cobrar más de 10 mil bolívares por prenda porque la gente está sufriendo y entre todos nos ayudamos”.
Villasmil debe acudir a costureras como Álvarez y Muñoz este año para garantizarle a su familia ropa para afrontar el inicio de 2017.
Zapateros
Rescatar el calzado se suma a la necesidad de ahorro de los zulianos. José Rivera, decorador y dueño de una tienda de reparación de zapatos, indicó que pueden recibir hasta 100 pares a la semana. Suelen coser, pegar y cambiar suelas de zapatos de mujeres más que de hombres y por cada par cobra entre mil 500 y dos mil 500 bolívares. Los clientes repiten expresiones como “te voy a traer como ocho zapatos porque no tengo para unos nuevos”.
En base a los precios hasta el 5 de diciembre una familia de cuatro miembros requiere de al menos 300 mil bolívares para comprar el estreno completo para cada uno.
FUENTE: INFORME 21/ LA VERDAD
FECHA: 7 DE DICIEMBRE DE 2016