Cada vez son menos las bolsas con alimentos variados que llegan a los hogares larenses, y es que el poder adquisitivo del ciudadano a diario se ve golpeado ante los altos precios que hay por la inflación.

Limitar de tres a dos e incluso a una las comidas diarias es la medida extrema que han hecho los guaros para poder rendir los alimentos y que les alcance hasta el próximo cobro, bien sea de salario o de pensión. Los granos es el alimento más frecuente en el plato de los larenses, que aunque tienen un alto valor es el que más rinde para varias comidas.

«Ya no se come balanceado porque el dinero no rinde y la comida tampoco. Toca comer caraotas, así sea 2 veces al día porque hay que estirar la comida de alguna manera», expresó Carmen Sira cuando explica que la crisis económica y los altos precios la ha obligado a modificar sus hábitos alimenticios, que ahora se basan en carbohidratos.

Con los 400 mil bolívares mensuales que corresponden al salario mínimo integral venezolano, los ciudadanos expresan que sólo logran comprar un arroz y una pasta, y aún así les falta dinero.

Alba Prieto comentó que su pensión sólo le alcanza para comprar algunos carapachos de pollo, una harina y medio cartón de huevos, alimentos que debe rendir para comer todo el mes. «La comida está muy cara y no puedo comprar casi nada, hay días en los que como una sola vez al día para que la comida me alcance para todo el mes», aseveró

«Ahora sólo se compran cuatro harinas al mes, y las caraotas que no pueden faltar porque son las que salvan la patria porque alcanza para todos y queda para la cena», agregó Luis Gutiérrez, otro consultado por LA PRENSA.

Con información de La Prensa de Lara

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