Más de 800 venezolanos entre Costa Rica y España siguen intentando regresar a Venezuela. Desde el mes de marzo se encuentran en diferentes ciudades y sin esperanza de volver.
En Costa Rica hay al menos 108 personas organizadas. Están viviendo en casas de familiares, amigos y hasta en refugios. No han obtenido respuesta de las autoridades del país centroamericano, ni tampoco de la representación diplomática de Nicolás Maduro o de Juan Guaidó.
El pasado 15 de junio enviaron una comunicación al presidente tico, Carlos Alvarado, pero siguen varados y sin ayuda oficial.
En la carta pidieron al mandatario habilitar un vuelo humanitario y dejar las diferencias políticas de lado. Costa Rica no reconoce a Nicolás Maduro como presidente, pero sí a Guaidó, quien es presidente de la Asamblea Nacional.
Tenían esperanzas de tomar un vuelo tras la llegada de costarricenses a su país, pero no pudieron hacerlo porque no hubo coordinación con las autoridades.
Farid El Kountar es uno de los venezolanos varados en Costa Rica. Llegó a San José el pasado 6 de marzo. Este lunes cumplirá cuatro meses en esa nación y como otros 107 connacionales desconoce cuándo podrá regresar.
Dijo a Efecto Cocuyo que hay casos de personas en refugios, ya que se quedaron sin dinero y sin posibilidad de ejercer algún trabajo temporal por el confinamiento en ese nación, ante el avance del coronavirus.
En la carta relataron que “en algunos casos somos padres con hijos y familiares que nos hemos visto afectados. Hemos quedado sin empleo y sin entradas económicas para seguir subsistiendo en este país”.
Además, hay casos de personas a las que han desalojado de sus viviendas, adultos mayores y pasajeros en tránsito, así como personas que fueron a visitar familiares.
La señora María Esmeralda González es uno de los casos. Vía Whatsapp contó a Efecto Cocuyo su realidad. Está desde el 6 de marzo en Costa Rica junto a su esposo, su hija y un hermano. Debían viajar el 26 de marzo en un vuelo de la aerolínea panameña Copa, pero por la suspensión de vuelos están varados.
“Hemos ido a pedir ayuda a la embajada de Venezuela aquí en Costa Rica y no hemos recibido ningún tipo de ayuda. De igual manera lo hicimos en la Cancillería y en la casa presidencial aquí en Costa Rica y no hemos recibido ningún tipo de ayuda debido a las diferencias políticas de ambos países”, dijo.
Han pedido vuelos charter o humanitarios para el retorno, pero todas las gestiones se quedan a medio camino porque no hay los permisos para habilitar el espacio aéreo.
“Hemos realizados solicitudes de vuelos privados y humanitarios con diferentes aerolíneas y empresas, pero no se ha recibido aprobación de los permisos. Estamos dispuestos hacernos las pruebas del Covid y cumplir cuarentena al llegar y todos los protocolos de seguridad antes durante y después del vuelo”, añadió.
González afirmó que hay unos 4.500 venezolanos varados en 11 países del mundo. Se organizan en grupos de Whatsapp, pero también tienen cuentas en Instagram. Una de ellas @varadosenelextranjero habilitó un formulario para que las personas puedan registrarse.
La cuenta @varadosencostarica habla de venezolanas y venezolanos en al menos 11 países:
Acampan en Barajas
La situación de los que siguen varados en Madrid también es dramática. Un grupo decidió irse al Aeropuerto de Barajas, con la esperanza de tomar un vuelo. Esto después de la repatriación de 376 pasajeros europeos que salieron de Caracas este viernes 3 de julio.
Sin embargo, no todos pudieron hacerlo. En redes sociales organizaron una cuenta en Twitter y tienen unas 700 personas en un grupo de Whatsapp. Denunciaron que la representación diplomática de Maduro, específicamente Mario Isea impidió ingresar al avión a muchos afectados.
Desde el pasado 1 de julio pernoctan en la terminal aérea más importante de España. Hay casos de adultos mayores, niños y personas con enfermedades que duermen en el piso y en algunos casos en colchonetas.
El diario español ABC habló con varios de los afectados el viernes 3 de julio. Según este medio, al menos una veintena se encuentra en la T4 de Barajas.
“Las historias dramáticas se multiplican entre los venezolanos del precario campamento instalado sobre la acera en la zona de Llegadas de la T4, entre maletas y bolsas de víveres que les han donado, junto a una pancarta que reclama a Maduro un ‘vuelo humanitario’”, informó ABC.
Hay mujeres enfermas, madres con hijas, un traumatólogo. Son residentes venezolanos que tienen su pasaje de retorno, pero tras las restricciones de vuelos tomada por Caracas y también por España, quedaron en el país europeo.
ABC destacó el caso de la señora Fanny Hidalgo. Es una mujer de 70 años que está con su hija en el aeropuerto. Padece de los riñones, hipertensión y una miastenia ocular que le impide abrir uno de sus párpados.
La señora Fanny Hildago es una de las que acampa en el aeropuerto de Madrid. Foto: ABC.es
El medio español afirmó que son 705 los varados y que 566 de ellos tienen el boleto de retorno a Venezuela, ya que acudieron a visitar familiares, turismo y por temas académicos, entre otros.
Conviasa solo vuela a petición de embajadas
La aerolínea estatal venezolana Conviasa, sancionada por Estados Unidos, anunció en mayo que a petición de embajadas de países europeos realizarían vuelos para repatriar a esas personas.
“Alertamos a nuestros usuarios que deberán cancelar las tarifas reflejadas en el comunicado al tiempo que los exhortamos a denunciar cualquier situación de sobreventa de boletos”.
Sin embargo, solo tienen rutas a México, Ecuador, Roma y Chile. El último vuelo que hicieron fue el pasado 21 de mayo, cuando retornaron a Roma a a 187 personas de esa nación europea.
Desde entonces solo informan, en su cuenta de Twitter, de vuelos de carga nacional y traslado de personal médico de Caracas a Zulia.
De Bogotá a la frontera
En el caso de venezolanos en Colombia, un grupo que se encontraba a las afueras de Bogotá aceptó trasladarse a la frontera del vecino país en Cúcuta, para ingresar a Venezuela.
Con el apoyo de autobuses de la Alcaldía de Bogotá este grupo recibió atención médica desde el viernes 3 de julio. Funcionarios de la Cruz Roja les tomaron pruebas rápidas para descartar si padecían o no coronavirus, también vacunaron contra el sarampión a niños y adultos contra la influenza.
La agencia de noticias Efe conversó con algunos de ellos. Bladimir Zambrano, es uno de los que se mantuvo en un campamento improvisado por 15 días.
“Por el virus se complicó todo, el trabajo, el pago de los alquileres de la vivienda, entonces prefiero devolverme antes que quedarme por ahí en la calle”, explicó Zambrano a la agencia española.
A partir de este domingo, 5 de julio, y hasta el próximo jueves comenzará su traslado a Cúcuta, donde deberán acampar nuevamente para ingresar a Venezuela en los próximos días.
De los 400 que contabilizaron, la mitad de ellos viajó el jueves 2 de julio a Cúcuta. El resto lo hará entre domingo y jueves.
Con información de Efecto Cocuyo