Una carta enviada la semana pasada por el presidente de Cuba, Raúl Castro, a su homologo de Rusia, Vladimir Putin, para pedirle un suministro estable de petróleo financiado, volvió a dejar en evidencia las dificultades que atraviesa la isla luego de que Venezuela, su tradicional proveedor, recortó los envíos a propósito de la caída de la producción y el declive en los precios.
Ante la solicitud de Castro una de las reacciones que hubo fue la del Ministerio de Economía ruso, que advirtió sobre la capacidad de pago de la isla, una consideración que pareció importarle menos al presidente Hugo Chávez, cuando en octubre de 2000 decidió firmar con Fidel Castro un Convenio Integral de Cooperación, en el que se comprometía a vender petróleo financiado.
El acuerdo original comprendía el envío de 53.000 barriles diarios a cambio de servicios de salud, educación, cultura y deporte, aunque en 2004 se aumentó a 92.000 barriles. Sin embargo, especialistas de la industria indican que los despachos se hicieron en mayores cantidades, en detrimento de Venezuela.
Solo entre 2006 y 2015 el país envió en promedio 94.000 barriles de petróleo por día, según los informes de gestión de Petróleos de Venezuela. «Lo que refleja que en los últimos 9 años, la factura por los barriles que se enviaron asciende a 26,5 millardos de dólares, con base en el precio promedio del barril de petróleo venezolano en ese período», afirmó el economista y analista petrolero Luis Oliveros.
Los cálculos del especialista refieren que lo que se despachó duplica las reservas internacionales del país, que se ubicaron al miércoles en 12,12 millardos de dólares, según el Banco Central de Venezuela. Oliveros recordó que Cuba es el país que más ha aprovechado la solidaridad venezolana, pues el monto de su factura es igual al que suman todas las de los 16 países que integran Petrocaribe, otro de los convenios de envío de petróleo en condiciones preferenciales.
«A Cuba se le envió entre 45% y 60% de todos los que se hicieron por los convenios de cooperación energética, pero el país ha recortado los despachos. Fuentes de Pdvsa aseguran que lo que están enviando son 53.000 barriles. Eso es porque la producción ha continuado cayendo y la industria necesita colocar el petróleo en mercados que paguen en efectivo, no en especies».
El especialista insistió en que una de las grandes objeciones del convenio ha sido su poca transparencia. Por lo que es difícil determinar cuánto ha pagado La Habana hasta el momento y cuánto es el monto que está pendiente. «Hay estudios privados que indican que la deuda es cerca de la mitad de lo que se le ha enviado; es decir, que está cerca de 14 millardos de dólares. Este es un convenio de cooperación que cuesta mucho auditar. No hay cuentas claras. No se nos ha dicho a los venezolanos qué significaba cada médico de los que trajeron en términos de barriles de petróleo, o cuánto nos costó cada entrenador deportivo. Pero lo que está claro es que no ha beneficiado económicamente a Venezuela».
Ganancia política. El internacionalista y profesor universitario Félix Arellano coincidió con Oliveros en que el convenio con Cuba no trajo beneficios económicos para Venezuela, sino para la isla. Y aseguró que la única ganancia que tuvo el gobierno nacional fue en términos políticos.
«Buena parte de las estrategias de amedrentamientos que ha estado aplicando el gobierno nacional tiene un origen cubano. El proceso oficialista se anotó con la dictadura cubana buscando asesoría y pensando que podía perpetrarse como lo han hecho los Castro. Se unieron para aprender a hacer a los venezolanos dependientes del gobierno, de una administración centralizada, de una tarjeta, de una bolsa de comida», dijo.
Recordó que el beneficio para la isla fue tal que hace unos años trascendió que Cuba aprovechaba los envíos venezolanos para generar divisas: usaba lo que necesitaba y vendía el resto a otros países, a un precio más elevado.
Los especialistas concuerdan en que es poco probable que la isla le pague en algún momento a Venezuela por el petróleo enviado. «La Habana no tiene capacidad de respuesta. Además, no creo que tengan intenciones de pagar», afirmó Oliveros.
FUENTE: EL NACIONAL
10 de septiembre de 2016