El Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (Idea) presentó este martes, 19 de noviembre, su informe sobre “El estado de las democracias en el mundo 2019“, donde detalló cómo Venezuela “representa el caso más grave de retroceso democrático de las últimas cuatro décadas”.
Esta conclusión es resultado del análisis de un conjunto de atributos que usó Idea para medir el estado democrático de los países. De estos indicadores se desprenden 16 subatributos que sirven para analizar las democracias en el mundo a partir del año 1975.
“Venezuela es el único país que ha pasado de ser una democracia con una puntuación alta en gobierno representativo (en 1975) a un régimen no democrático en la actualidad”, dijo la organización internacional desde Bruselas.
Los atributos usados para este informe son:
Gobierno Representativo: El atributo gobierno representativo se refiere a la medida en que el acceso al poder político es libre y equitativo, lo que se manifiesta a través de elecciones competitivas, inclusivas y periódicas. Incluye cuatro subatributos: elecciones limpias, sufragio inclusivo, partidos políticos libres y gobierno electo.
Derechos Fundamentales: Recoge el grado en que se respetan las libertades civiles y si la población tiene acceso a recursos básicos que le permitan participar activamente en el proceso político. Este aspecto se sobrepone considerablemente con los pactos internacionales sobre derechos civiles y políticos, y económicos, sociales y culturales.
Control de Gobierno: Este atributo mide el control real al que se somete al poder ejecutivo. Incluye tres subatributos: parlamento eficaz, independencia judicial e integridad de los medios de comunicación.
Administración Imparcial: Se refiere a la medida en que las decisiones políticas se aplican de manera justa y predecible, y, por tanto, refleja aspectos claves del Estado de derecho.
Participación: Mide la participación ciudadana formal e informal. Debido a que recogen diferentes fenómenos, los subatributos de este aspecto —participación de la sociedad civil, participación electoral, democracia directa y democracia local— no se agregan en un solo índice.
“El retroceso en Venezuela ha sido el más grave: su puntuación en todos los aspectos de los índices del estado de la democracia en el mundo disminuyó, en promedio, 0,31 puntos desde 1997, y registró declives en 11 subatributos”, dice Idea en su informe.
Idea alerta que los retrocesos comenzaron en el año 1996, cuando todavía gobernaba Rafael Caldera. “Antes de que comenzara el proceso de retroceso en 1996, el desempeño democrático de Venezuela era alto en la dimensión de gobierno representativo (0,70), pero en 2018 se situó entre el 25 por ciento de los países del mundo con un bajo desempeño”.
El Idea señala que Cuba, el único donde no hay avance democrático en los últimos 40 años, ha proporcionado asistencia a Venezuela al enviar médicos, pero también en la inteligencia; junto con Rusia con equipamiento militar y China en recursos, han ayudado a sostener a Nicolás Maduro, todo a cambio de petróleo. En resumen “la geopolítica regional y mundial también interactúa con los procesos de retroceso democrático, debido al respaldo prestado por regímenes no democráticos poderosos”.
El Instituto considera que el retroceso vivido en Venezuela en 2017 “no tiene parangón en el mundo“. Esto porque al tener un índice más alto que la media mundial y de América Latina con un gobierno representativo, ahora está 25 % por debajo de la escala mundial.
“Se observa un descenso similar en participación de la sociedad civil, independencia judicial, integridad de los medios de comunicación y administración imparcial, mientras que su puntuación en libertades civiles se ha reducido casi la mitad en el mismo período. En la actualidad, Venezuela se encuentra, junto con Cuba, entre el 25 por ciento de los países del mundo con un bajo desempeño en 12 de los 16 subatributos democráticos“.
la llegada de Nicolás Maduro al poder provocó aún más el deterioro de los valores democráticos en el país.
“La autocracia en el país aumentó tras la muerte de Chávez en 2013 y la entrega del poder a Maduro, quien no pudo conservar el apoyo electoral popular disfrutado por su predecesor. Maduro ganó en 2013 unas elecciones presidenciales muy reñidas por un margen muy estrecho y nuevamente en 2018 en medio de acusaciones de fraude por la oposición. Maduro intensificó aún más la autocracia al silenciar las voces críticas, prohibir los principales partidos de la oposición y desactivar los mecanismos de democracia directa tan ampliamente utilizados por Chávez. También tomó el control de los medios de comunicación, clausuró emisoras y acosó y encarceló a periodistas a fin de sofocar la disidencia”.
Con información de Efecto Cocuyo