Tras más de un año en emergencia nacional por el coronavirus, Venezuela se mantiene en la segunda ola de la epidemia de COVID-19 y está expuesta a una tercera ola si no se acelera la vacunación masiva, ni se mejoran los sistemas de diagnóstico y se educa a la población, advirtió la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI).

“La epidemia va a seguir evolucionando en la medida en que nosotros no hagamos lo adecuado para frenarla. Es relevante la educación, la vacunación masiva y que hay que seguir usando mascarillas incluso después de estar vacunado, porque nos va a ayudar permitir controlar la infección cuando tenemos tan pocas personas vacunadas”, dijo Manuel Figuera, recién nombrado presidente de la SVI, a Efecto Cocuyo.

El infectólogo del Instituto Clínico La Floresta destacó que Venezuela vive una relajación de las medidas de control del COVID-19, lo que sumado a la lentitud del ritmo de vacunación y las fallas del sistema de salud puede traducirse en un aumento del número de casos.

“Va a venir una tercera ola si no se hacen bien las cosas. ¿Qué es hacer bien las cosas? Es vacunar masivamente, educar a la población y hacer entender que aunque hayan empezado las vacunaciones, hoy en día el problema no está resuelto. Esa circunstancia ha ocurrido en países como Chile o Argentina, donde empezaron las vacunaciones y el grupo de personas no vacunadas, que al final representa el porcentaje mayor, termina enfermándose de manera más importante”, añadió Figuera.

El especialista además indicó que la vacunación no puede ser una cuestión de suerte, azar o lotería, sino que debe ser estratégicamente aplicada.

Expresó que existen personas que consideran que el COVID-19 está controlado por el inicio de las vacunaciones, pero afirmó que si se calcula que en Venezuela se ha vacunado solo aproximadamente un 1 % de la población, y se ha enfermado hasta 4 %, el país todavía queda con un 95% de la población con capacidad de infectarse.

“Según los datos oficiales, en Venezuela seguimos en la segunda ola. Estamos aparentemente con una meseta larga y lo que está sucediendo es que los casos han cambiado de región”, dijo. “Preocupa que vamos a entrar en época de vacaciones, va a haber mayor movilidad de parte de la población interna y externamente y eso aumenta la posibilidad de que entre por ejemplo la variante Delta, que es la variante de la India, que se muestra más contagiosa”.

Evitar la tercera ola: lo que falta en Venezuela
A juicio del especialista, Venezuela todavía tiene deudas y retos en el manejo de la epidemia, como mejorar el sistema diagnóstico, aumentar la capacidad de hospitalización y la disponibilidad de oxígeno, dotar los laboratorios, incorporar equipos como tomógrafos operativos en los centros centinelas y garantizar pruebas diagnósticas gratuitas.

“Es importante establecer el diagnóstico y fortalecer esa estrategia. Hay que tener más centros que permitan hacer pruebas de manera gratuita. Hay muchas cosas que se pueden hacer para controlar mejor la epidemia: vacunar masivamente, tener mayor disponibilidad de vacunas, optimizar los sistemas de diagnóstico, de modo que los que identifiquemos rápidamente que tengan COVID-19 puedan quedarse en aislamiento en su casa y evitar mayores contagios”, indicó.

El nuevo presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología también se refirió al esquema de 7+7, y aseguró que aunque hay que mantener alguna estrategia de control, también se deben explorar maneras de reactivar la economía y controlar mejor la epidemia en un país que ya padecía un crisis preexistente.

“COVID-19 va a durar mucho en general en el mundo y en Venezuela quizás dure mucho más que en otros países porque no estamos haciendo las cosas bien”, destacó. “Hay que seguir manteniendo cierta estrategia, pero también tenemos que ver cómo reactivar la economía en un país que está golpeado antes del COVID-19 por distintos factores económicos, sociales o de educación. Hay que buscar un balance”.

Figuera propuso como ejemplo reactivar clases al aire libre, en espacios abiertos, optimizar el trabajo en distintos espacios para que las personas puedan laborar sin aglomeraciones y mantener medidas como el uso de doble mascarilla (una quirúrgica abajo y una de tela encima) en espacios concurridos.

El rol de la gente
Ante el riesgo de una tercera ola en Venezuela, para el infectólogo, educar a la población sobre las medidas que deben tomar para protegerse se mantiene como un punto clave para el control de la epidemia de COVID-19 en el país.

Figuera además resaltó la importancia de las pruebas diagnósticas y recomendó hacerla pronto cuando hay sospechas: la de hisopado (PCR), que puede hacerse cuando aparecen los síntomas, y la de antígeno.

“La de antígeno es más barata y en los primeros cinco días de síntomas tiene mayor posibilidad de salir positivo. La de PCR tiene mayor posibilidad de salir positivo desde antes de los síntomas e incluso después de esos cinco o siete días de evolución inicial”, expresó.

El presidente de la SVI igualmente hizo un llamado a la conciencia y a protegerse y cuidar a los demás cuando alguien cree que puede tener COVID-19.

“Hay que tener conciencia: hoy en día hay personas que tienen síntomas leves como un dolor de garganta, malestar general, que ellos llaman ‘gripecita‘, y eso en el contexto epidemiológico en medio de una pandemia hay que considerar que sea COVID-19. Si alguien tiene un síntoma que sugiera la posibilidad de COVID-19, como diarrea o malestar general, o dolor de garganta, simplemente debe aislarse y tratar de comunicarse con su médico o con cualquier sistema de atención telefónica gratuita”, señaló.

Con información de Efecto Cocuyo

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