Maduro dijo esta semana que PDVSA está dispuesta a tomar represalias contra las sanciones financieras de los Estados Unidos suspendiendo las exportaciones de petróleo a ese país, enviando en su lugar el crudo a Asia.
Esto parece muy poco probable, dado que Estados Unidos es uno de sus mayores clientes que pagan en efectivo. China es el cliente más grande de PDVSA en Asia, pero Venezuela no recibe el pago por esos envíos, sino que está utilizando el crudo para repagar sus enormes deudas con el país asiático.
Las importaciones estadounidenses de crudo venezolano han sido extremadamente estables en los últimos años, promediando 773,000 bpd en 2014, 792,000 bpd en 2015 y 754,000 bpd en 2016. Los flujos estacionarios tienen sentido, no solo por la presencia de las refinerías Citgo en la costa del Golfo de los Estados Unidos, y porque los refinadores de la Costa del Golfo están habituados a refinar el crudo pesado que produce Venezuela. Y la proximidad es también una consideración clave.
Las importaciones este año, sin embargo, han disminuido considerablemente, casi un 20 por ciento por debajo del promedio de 3 años a 629,000 bpd. Después de los primeros cinco meses bastante regulares del año, las importaciones han disminuido, cayendo por debajo de 500,000 bpd en noviembre.
Esto es resultado de la notable caída de la producción venezolana, que ahora ha caído por debajo de los 2 millones de barriles por día, un mínimo de casi tres décadas. También porque los refinadores estadounidenses, como PBF Energy, han suspendido las compras a la empresa petrolera estatal debido a la mala calidad del crudo y a problemas crediticios.
A medida que las importaciones estadounidenses de crudo venezolano continúan cayendo, PDVSA se asegura de enviar productos a tantos proveedores como sea posible, a expensas -increíblemente- de sus propias refinerías. Las entregas a las dos refinerías de Citgo en Lake Charles y Corpus Christi se han reducido a solo 38,000 bpd en noviembre, la más baja en nuestros registros, después de promediar algo más de 200,000 bpd en cada uno de los últimos tres años.
PDVSA en Venezuela y Curacao importa crudo ligero y nafta para usar como diluyente, mezclándolo con su crudo pesado para la exportación. Después de importar otras calidades en años anteriores, la terminal de PDVSA en Curazao comenzó a importar regularmente crudo estadounidense a comienzos del año pasado.
Esa filial (principalmente) crudo West Texas Intermediate (WTI) en todos los meses menos uno el año pasado, con entregas promedio de 29,000 bpd durante el período. Pero después de un sólido comienzo en 2017, las importaciones comenzaron a tambalearse en el segundo trimestre. Después de la ausencia de entregas en abril y mayo, hubo una entrega de Domestic Sweet Crude (DSW) de 500,000 bbl que salió desde la terminal Beaumont de Enterprise. Esta fue la última entrega de crudo estadounidense en los últimos cinco meses.
La semana pasada les comentamos a los clientes sobre el buque (Aframax) Tulip. Salió de la terminal Beaumont de Enterprise con 500,000 barriles de WTI a mediados de mayo, y desde entonces estuvo anclado en Curacao. Después de esperar allí durante seis meses, el barco dejó su anclaje la semana pasada. Al parecer, el propietario de la carga ha perdido la esperanza de que PDVSA alguna vez pague por ese petróleo que contrató.
Publicado por Oli Price / Traducido por La Patilla
03/12/2017