Las sanciones financieras anunciadas por Estados Unidos a Nicolás Maduro, que incluyeron las restricciones al sector petrolero más severas que haya impuesto el gobierno estadounidense, supusieron un golpe a la economía venezolana. Analistas aseguran que la principal empresa del país, Petróleos de Venezuela, no puede conseguir una fuente alternativa de ingreso de divisas en el corto plazo.
«El petróleo venezolano es sumamente pesado y necesita ser refinado. Como una parte es procesada en refinerías estadounidenses, la logística de buscar dónde transformar ese petróleo va a llevar un tiempo y va a significar un costo. Las sanciones no sólo impiden a las empresas estadounidenses pagarle a PDVSA, sino que tampoco pueden venderle los diluyentes que necesita el petróleo venezolano para refinarse. Todo eso genera problemas muy importantes», explicó Dany Bahar, investigador del programa de Economía Global y Desarrollo en The Brookings Institution, consultado por Infobae.
De acuerdo con anuncios por parte de Maduro y especialistas, India sería uno de los países a los que se redirigirían las exportaciones petroleras. Sin embargo, para Bahar los costos de transporte son mayores y los márgenes de ganancia bajarán.
«Son cosas que no se dan de la noche a la mañana —continuó Bahar—. Es más lejos y los costos de transporte son mayores, así que los márgenes de ganancia van a bajar. Por otro lado, venderle más a China no está claro si podría generar más cash, porque los barriles que compra son repago de lo que Venezuela le debe. Hay varios escenarios, pero en cualquiera pierde PDVSA».
Natan Lederman, profesor de economía de la Universidad Metropolitana, matizó que la situación económica de Venezuela no es responsabilidad de las sanciones, sino que forma parte de una serie de políticas públicas equivocadas.
«La hecatombe económica por la que atraviesa el país no es consecuencia de las recientes sanciones. El Fondo Monetario Internacional estima que el ingreso real per cápita ha caído aproximadamente 63,5% en los últimos seis años. Venezuela está sufriendo el colapso típico de un país que ha estado sujeto a todo tipo de intervenciones estatales. La caída en los precios del petróleo en junio de 2014 fue el shock externo que reveló el vergonzoso resultado de años de controles de precios, nacionalizaciones, falta de protección de derechos de propiedad, controles cambiarios, creación monetaria descontrolada y corrupción, entre otras políticas equivocadas», aseveró.
El economista Victor Álvarez aseguró que la situación económica podría acentuar el fenómeno migratorio, que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, se ubica en más de tres millones de venezolanos en el exterior.
«La tragedia de la economía es que todo siempre puede estar peor. No hay fondo. Esto va a convertir a Venezuela en un infierno, pero lejos de un estallido social que haga tambalear al régimen, lo que veo es que se va a acentuar el fenómeno migratorio. Hay pronósticos que indican que este año se puede ir un millón más de personas. Algo que termina induciendo el propio gobierno, porque es una válvula de escape: gente que podría estar calentando la calle, se va y le traslada el problema a otros países», señaló.
Con información de El Nacional