Los venezolanos lideran por primera vez las solicitudes de asilo en Estados Unidos, en medio de un colapso de su economía dependiente del petróleo que ha provocado una fuga entre la clase media.

Según datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, 18.155 venezolanos solicitaron asilo el año pasado, un aumento de 150% desde 2015 y seis veces la cifra de 2014. Los ciudadanos chinos fueron los segundos de la lista con 17.745 peticiones.

Venezuela se coló entre los 10 países con más solicitantes de asilo unos meses después de las protestas callejeras, en ocasiones violentas, de principios de 2014 que reclamaban la marcha del presidente, Nicolás Maduro.

Pero entonces, en medio de una campaña generalizada de detenciones y acoso a los críticos del gobierno socialista, menos de 100 venezolanos pidieron asilo cada mes. En comparación, 2.334 presentaron peticiones en diciembre de 2016, el último mes del que hay datos disponibles.

La cantidad de solicitantes se ha disparado desde diciembre de 2015, cuando la oposición tomó el control del Congreso en una abrumadora victoria electoral que dio esperanzas a muchos de que podrían cambiar el rumbo del país tras 17 años de gobierno socialista. En lugar de tender la mano a sus rivales, Maduro se enrocó y cada vez más venezolanos hicieron las maletas mientras una inflación de tres dígitos pulverizaba los salarios y el desabastecimiento generalizado de comida y medicamentos hacía la vida insoportable para muchos.

La gran mayoría de los que se marchan son venezolanos de clase media que no cumplen los requisitos para el estatus de refugiado para personas que huyen de la persecución política, señaló Julio Henríquez, director del grupo sin fines de lucro Refugee Freedom Program, con base en Boston y que ha llamado la atención sobre la tendencia.

“El ritmo con que aumenta es alarmante”, dijo Henríquez, cuyo grupo tuvo acceso a los datos aún sin publicar en una reunión del 8 de febrero entre autoridades estadounidenses y abogados de inmigración. “No sólo alarma que tantas personas se vengan por la terrible situación en Venezuela, sino además porque las prácticas de enviar asilos con mala asesoría, historias y pruebas falsas, también está proliferando”.

Aun así, dadas las penurias en casa, cada vez más venezolanos están dispuestos a aprovechar la demora de más de dos años en la gestión de sus solicitudes para conseguir un permiso de trabajo y encontrar un empleo a corto plazo, aunque eso signifique que terminarán deportados.

En el año fiscal 2015, Venezuela estuvo entre los 10 países con más ciudadanos que sobrepasaron la duración de sus visas en Estados Unidos, según una estimación del Departamento de Seguridad Nacional.

Los venezolanos que piden asilo en Estados Unidos suponen una pequeña parte de la población inmigrante venezolana, que incluye personas residentes en el país desde hace décadas.

Con información de: El Estimulo

Fecha: 12 de febrero de 2017

Ir a la barra de herramientas