Venezuela llegó al Día Mundial contra el Cáncer de Mama con una sola unidad de radioterapia activa en el sistema público de salud a nivel nacional para las personas con cáncer de mama, el tipo de cáncer con mayor incidencia y mortalidad en las mujeres venezolanas.
Para este 19 de octubre, en uno de los principales centros de atención a personas con cáncer en el país, el Instituto de Oncología Luis Razetti (Iolr) en Caracas, el servicio de radioterapia funcionaba solo de manera parcial para otros tipos de cáncer.
“No tenemos la tecnología ni el simulador para el acelerador lineal para tratar cáncer de mama. En el Oncológico Padre Machado tampoco tratan mama: la unidad está operativa pero es tecnología 2D para cáncer de cuello uterino, recto, ano y próstata. El único servicio operativo de radioterapia a nivel nacional para tratar cáncer de mama es el Hospital Domingo Luciani, que sí tiene el acelerador lineal, pero no se da abasto”, dijo Olga Alcila, oncóloga radioterapeuta del Razetti.
El servicio de radioterapia del Iolr estuvo cerrado desde abril y solo en los últimos meses comenzó a recibir inversión gubernamental para el arreglo de la cobaltoterapia y el simulador, pero todavía no está completamente operativo.
Según la especialista, en el Domingo Luciani en El Llanito, al este de Caracas, la lista de espera supera las 2.000 personas y los tiempos para empezar el tratamiento oscilan entre tres meses y un año. Además, resaltó que el sistema público carece de equipos de radioterapia avanzados para la atención al cáncer de mama.
“Las nuevas radioterapias que están actualmente en boga para el cáncer de mama no las tenemos y muchas veces las quimioterapias son irregulares”, expresó.
Según una revisión realizada a finales de septiembre por la Red de Sociedades Científicas Médicas, la lista de espera del Domingo Luciani solo tenía espacio para enero de 2022, indicó Aisa Manzo, actual presidenta de la Sociedad Venezolana de Oncología (SVO).
“Hasta hace unos 22 días, la lista de espera estaba para enero de 2022, y con los días que pasan, más pacientes son diagnosticados. Los equipos en el Razetti y en el Hospital Universitario de Caracas están dañados. En el Padre Machado, que es el instituto nacional de referencia del cáncer del Seguro Social, trabajan con equipos parcialmente operativos y no están en óptimas condiciones para cáncer de mama. Por eso es que la mayoría de pacientes trata de buscar alternativas”, señaló.
La extensión de los tiempos de espera puede traer consecuencias irreversibles para las personas con cáncer de mama. Manzo, especialista en medicina nuclear, destacó que todos los tratamientos oncológicos deben hacerse en el momento que corresponde, sin retrasos.
Explicó que si, por ejemplo, las pacientes se realizan una mastectomía parcial y no cumplen sus protocolos de radioterapia, pueden tener una recaída, pero debido al deterioro del sistema público, muchos tratamientos no llegan a tiempo.
“Hay pacientes que tienen tanto tiempo esperando que los médicos preguntan si vale la pena que se les dé la radioterapia o no. Por esperar pueden tener recaídas o incluso o enfermedad metastásica“, dijo.
Más de $ 2.000 en privado
Organizaciones ya habían alertado sobre el declive del acceso a tratamientos tratamientos como radioterapia, cirugía, quimioterapia y terapia de mantenimiento. Según la Fundación de Lucha contra el Cáncer de Mama (Funcamama), hospitales de referencia nacional como el Oncológico Miguel Pérez Carreño de Carabobo cerraron sus unidades de radioterapia a partir de 2016.
En su informe de 2021 sobre cáncer de mama, Funcamama también denunció que los principales hospitales oncológicos trabajan con tecnología obsoleta. Calculan que más de 10.000 mujeres con cáncer de mama han sufrido daños irreparables a su salud por falta de tratamientos, lo que ha generado un aumento en las estadísticas de casos con metástasis (diseminación a otras áreas) y de fallecimientos.
Las opciones que quedan a las personas con cáncer de mama son las unidades en el sector privado, pero iniciar una radioterapia puede superar los 2.000 dólares.
“Los servicios operativos son las unidades de radioterapia privadas, que son una plataforma de escape, pero el monto a pagar es muy alto. Los protocolos pueden variar entre 2.800 dólares hasta los 7.000 dólares, dependiendo del lugar”, añadió Alcila.
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