Este 2019 se ha caracterizado por la violación de los derechos humanos en la educación, en palabras de Raquel Figueroa, coordinadora de la Unidad Democrática del Sector Educativo (Udse). La desvalorización del salario docente, la migración forzada de profesionales de la educación y la exclusión escolar presentan indicadores alarmantes en el balance del año fiscal que realizó la Udse este 11 de diciembre.
“El gobierno eliminó la dignificación de la carrera, que se demuestra en el salario y en las condiciones de trabajo”, dijo Figueroa, quien además es dirigente de la Federación de Colegio de Profesores de Distrito Capital. De acuerdo con la profesora, el docente de mayor categoría gana lo equivalente a diez dólares mensuales, mientras que los menos experimentados ganan cinco, con un déficit del 95% para cubrir el costo de la canasta alimentaria.
Este fenómeno ha causado la migración del 30% de los profesores venezolanos en el 2019. Desde el 2015 hasta la fecha la nómina de profesores en Venezuela se ha reducido en un 50% (de 527 mil a 273 mil docentes). Los maestros que más han migrado han sido en el área de educación integral, educación especial, física, química, biología e inglés.
Además, de acuerdo con la investigación de la Udse en los docentes aumentaron las enfermedades relacionadas con el ejercicio de su profesión, como lo son la voz y la columna, sin contar con la atención oportuna del Ipasme, un servicio estatal que se descuenta del salario de los docentes.
Exclusión escolar
En sus datos la Udse reveló que “la exclusión escolar se mantuvo”, cerrando el 2019 entre 46% a 50% de menores de edad retirados del sistema educativo, mientras que el año pasado cerró en 40%. Esta ha sido “la cifra más alarmante de la historia de Venezuela en exclusión escolar” de acuerdo con Figueroa.
La exclusión escolar va de la mano con la pérdida de la gratuidad y obligatoriedad de la educación. Medidas como el pasaje estudiantil, los servicios médicos odontológicos en los planteles públicos, la atención psicológica y el servicio de desayunos del Programa de Alimentación escolar (PAE) han sido eliminados. Actualmente el PAE solo distribuye almuerzos, que de acuerdo a la Udse han disminuido su calidad nutricional en un 72% desde que a mitad del año 2019 desaparecieron las lentejas.
El único beneficio que ciertos estudiantes reciben por parte del gobierno es “un paquete de uniformes escolares con ciertos útiles que no llega a toda la población escolar, e inicia y finaliza en octubre, el resto del año escolar ¿Cómo hacen los muchachos?”, dijo Figueroa.
Futuro desesperanzador
En relación a lo pedagógico, distintos profesores pertenecientes a la Udse consideraron alarmante la eliminación paulatina de las bibliotecas escolares y la reducción de espacios recreativos en los planteles en los que ahora se imponen “gallineros”, como una política pública del gobierno de Nicolás Maduro.
Para el año 2020 la visión no es más esperanzadora. Al parecer de los profesores, no hay medidas que se estén trabajando para resolver oportunamente los problemas que viven los docentes, lo cual ocasionará probablemente mayor fuga los profesionales de la enseñanza.
La universidad sin autonomía
Desde la Asociación de Profesores de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Aproupel), su presidente Romelio Belo dijo que este año se ha caracterizado por las medidas gubernamentales contra la autonomía universitaria.
“Se han querido imponer elecciones universitarias conforme a un patrón que no se corresponde a la ley de universidades. Se han impuesto autoridades en la Universidad Simón Bolívar y la Universidad del Zulia y se ha querido imponer una contratación colectiva al margen de los profesores de las universidades”, enumeró Belo.
El 10 de diciembre la organización de derechos humanos universitarios, Aula Abierta, denunció otra imposición de autoridades universitarias al nombrar a Clotilde Navarro como nuevo vicerrector administrativo en La Universidad del Zulia.
Con información de Efecto Cocuyo