Los Centro de Detención Preventiva se han convertido en las nuevas cárceles venezolana, así lo han venido advirtiendo organizaciones defensoras de los Derechos Humanos. En esta oportunidad la ONG Una Ventana a la Libertad, denunció que para visitar a las personas que se encuentran detenidas en los calabozos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) ubicados en Boleita, los familiares deben cancelar semanalmente altas sumas de dinero.
Explicaron que en la conocida «Zona 7», los policías han creado un «guiso» que juega con los derechos de los reclusos a recibir alimentación, visita y hasta atención médica de calidad.
Desde la organización detallaron que desde este centro de detención preventiva se reportan con frecuencias «irregularidades», como es la extorsión por parte de los funcionarios a los familiares, obligándolo a pagar altas sumas de dinero para poder ver a sus allegados.
La madre de un interno explicó que hay dos tipos de visitas: la conocida como «la bolivariana», que cuesta 20.000 bolívares y la «VIP», por la que se debe pagar 50.000 bolívares, cual sea la elección debe ser cancelada en efectivo.
«Quienes quieren ver a sus presos todas las semanas, deben pagar eso, de lo contrario, no hay manera de verlos si no pagamos. Además, tenemos que pagar los pasajes para llegar a la policía y los alimentos que les llevamos a nuestros presos», dijo la mujer, quien prefirió reservarse su nombre.
Según lo publicado por Una Ventana a la Libertad, los funcionarios de la PNB ni siquiera cumplen con su labor de hacer llegar a los detenido en los calabozos de la conocida «zona 7», los alimentos que le llevan sus parientes. «Los policías les han botado o robado la comida que con mucho esfuerzo les llevamos», dijo la madre de uno de los internos.
Desde la ONG denunciaron una vez más que los módulos policiales están siendo usado como cárceles, cuando la estadía de los reclusos en esos lugares no debería pasar de las 48 horas.
Con información de Tal Cual