El analista lamenta que la divisa e inflación desenfrenada imponen un escenario “pavoroso”. “No hay producto que aguante un precio unitario que constantemente esté subiendo y ese es un gran error que no se quiere reconocer”, acentúa Eduardo Eulacio, economista.
“Es lamentable, pero no se ve una salida inmediata” al escenario de hiperinflación, de una divisa fuera de control oficial y al aparato productivo desactivado. Según Eduardo Eulacio, economista y experto en comercio exterior, lamenta que para 2017 se vislumbre un año “pavoroso” para la clase trabajadora, para las empresas por el “fracaso” de la política económica del Gobierno.
Tilda de “fracaso” porque a pesar del control del dólar, de precios de los bienes y de las importaciones, la inflación se desbordó, los productos aumentan todos los días su valor y las empresas están reducidas a la dependencia de la materia prima que otorga el Ejecutivo sin reactivación del campo.
Eulacio alerta los efectos de ese “estancamiento” en las actividades productivas y el peso de la importación de materia prima que llega por la frontera con el torbellino de la presión del dólar. Las compras a Colombia “no van a poder continuar, no hay forma de recabar fondos en divisas para adquirir nuevas mercancías. No hay forma de reponer mientras se adquiera a equis (precio) el dólar que al siguiente día sube entre 20, 30 por ciento su valor”.
La variación cambiante arroja consecuencias. “No hay producto que aguante un precio unitario que constantemente esté subiendo y ese es un gran error que no se quiere reconocer”. La colocación aprobada y guiada por las gobernaciones fronterizas es “un engaño y fracaso para las empresas que no podrán retomar sus divisas y poder seguir importando” tras agotarse sus fondos.
El analista advierte que la escasez de divisas por la baja del ingreso petrolero mantiene el freno a la chequera del Gobierno. Lo complicado es que “han pedido credibilidad” para obtener créditos internacionales y la carga del endeudamiento interno hace tambalear el sistema económico. “No hay fortaleza porque la política no ha sido efectiva”.
La confianza del empresariado se esfuma mientras persistan los controles y aumente el deterioro de los medios productivos ante la “desenfrenada inflación. Estamos en un momento delicado porque no hay una política sincera para dar soluciones a la gravedad de la economía”.
CON INFORMACION DE LA VERDAD
26 DE NOVIEMBRE DE 2016