El Plan de Administración de Cargas aplicado por primera vez por Corpoelec al Distrito Capital expone a la luz el avanzado deterioro nunca detenido de la infraestructura eléctrica nacional, y que ya afectó a Caracas. El ingeniero Miguel Lara, especialista en la transmisión de energía eléctrica, puntualizó las fallas del sistema interconectado que obligan al primer cronograma oscuro de su historia.
El deterioro desbordado de la infraestructura del sistema eléctrico nacional alcanzó a Caracas y ya no puede escapar de los días sin luz. Es lo que ha dejado ver el racionamiento programado con el Plan de Administración de Cargas para la capital de la República, centro del poder, anunciado por Corpoelec, el 24 de agosto.
Y es también otra medida que se suma a la pesada carga de precariedades de Distrito Capital. Los caraqueños se verán afectados más a menudo en muchas zonas, y cualquier falla, lluvia o contingencia obligará a cortes con más duración y frecuencia.
“Ya no hay manera de que Caracas se pueda excluir del racionamiento. Ya no lo permite la situación operativa de toda infraestructura de generación, transmisión y distribución a escala nacional”. Así lo señala el ingeniero eléctrico, Miguel Lara, especialista en la transmisión de la energía generada en centrales hidroeléctricas y termoeléctricas. Y considera que “el deterioro ha avanzado tanto en la Región Capital que ahora también sufre los rigores de los cortes usuales en otras ciudades del interior”.
La capital y el deterioro eléctrico
La indisponibilidad de transformadores que ya no son reparados ni reemplazados con oportunidad, de subestaciones, y circuitos fuera de servicio, así como de todo el equipamiento en la transmisión y distribución en Caracas apuntan a una condición operativa deficiente. Esto sumado a averías en equipos o líneas de transmisión, no ofrece la confiabilidad que antes conservaba la electricidad en el área capital y que no afectaba a los usuarios.
“Por ejemplo, una línea 230 kV muy importante que es el anillo de 230 kV del área capital, que es El Junquito-Tacoa tiene mucho tiempo indisponible y eso debilita el sistema. Igualmente, los cables subterráneos, transformadores que van quedando indisponibles, hacen que ciertas averías conlleven estos racionamientos y hasta apagones, también en la región capital”.
Caracas salvada del racionamiento eléctrico
La ciudad capital nunca antes tuvo un plan de racionamiento, a diferencia de todo el país.
En 2009, por ejemplo, el presidente Hugo Chávez designó al militar y político cubano Rodrigo Valdés Menéndez para presidir una comisión que se encargaría del racionamiento. Se haría por bloques y áreas, incluida la Región Capital, debido al déficit energético, para solventar la crisis eléctrica en ese tiempo. El asesor planteó esa opción, pero duró poco, porque no tenía sentido, refiere Lara.
Diez años más tarde, a raíz del apagón nacional del 7 de marzo de 2019, el gobierno de Nicolás Maduro adoptó un cronograma de racionamiento eléctrico nacional. Caracas y otras tres entidades quedaron exceptuadas de los rigores de un cronograma que dejaba sin luz a las ciudades unas 18 horas por semana.
“Nunca hubo un plan de racionamiento para Caracas”, afirma Lara quien estuvo al frente de la Oficina de Operaciones del Sistema Interconectado (Opsis) hasta 2004. “Eso, aunque la Electricidad de Caracas tenía un esquema de prioridades de todos sus circuitos sobre cómo hacer si por alguna circunstancia se llegaba a tener la necesidad de racionar”.
Ni la tragedia de Tacoa impuso racionamiento
Recuerda la explosión de dos tanques que derivó en tragedia en las instalaciones de Tacoa, en el Litoral Central, en 1982. “Este hecho obligó a dejar sin generación a la Región Capital por la calamidad en esa planta, pero a través del sistema interconectado se hicieron los arreglos necesarios y no se racionó en Caracas ni en ninguna parte del país”.
El sistema interconectado contaba entonces con las reservas para enfrentar contingencias de esa naturaleza. Y la EDC no estaba exceptuada de alguna eventualidad. “Pero nosotros sabíamos que políticamente debíamos darle cierta prioridad a la recuperación de Caracas. Quizá no era lo más justo desde el punto de vista eléctrico, pero sí desde el punto de vista de impacto y de costos políticos y sociales. En la recuperación ante una afectación entraba Caracas como prioridad”.
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Con información de Crónica Uno