Luego del incremento del salario mínimo decretado por Nicolás Maduro el pasado 14 de enero, los transportistas anunciaron en menos de una semana otro “ajuste” en la tarifa sin autorización de ninguna institución con competencia.

Este sería el segundo incremento del pasaje en menos de 15 días en lo que va del año 2019, que había pasado de 30 a 50 bolívares. La crisis del transporte en la entidad se acentúa cada día.

La ruta que presta servicio desde la población de Ejido hasta la ciudad de Mérida, incrementó de 50 a 200 bolívares. Con el costo del pasaje anunciado actualmente, antes de este viernes 18 de enero un usuario podía pagar cuatro viajes.

La inflación abre un enorme hueco en los bolsillos de los venezolanos que trabajan honestamente por un salario mínimo de 18.000 Bs. Dicho salario no ha llegado a las cuentas.

Mientras, los precios de víveres , proteínas, productos de higiene, verduras, entre otros se dispararon al finalizar la cadena nacional.

“Es un golpe duro para nosotros”, precisó un encuestado.

Una crisis que los golpea a todos

La crisis del transporte público se ha convertido en otra pesadilla para los habitantes del estado Mérida, aunada a los altos costos de los alimentos, la falta de gas doméstico, los apagones eléctricos, los cortes del servicio de agua potable y la crisis hospitalaria.

Un ciudadano que trabaja en la capital y vive en Ejido deberá gastar 8.000 bolívares mensuales, es decir, el 88,8% de su quincena.

Si su sitio de trabajo está en la avenida Los Próceres, Las Américas, Sector la Vuelta de Lola, La Hechicera o cualquier sector alejado del casco central, su condición empeora.

Su quincena no aguantará el incremento. Deberá desembolsillar 12.000 al mes, lo que representa el 133,3 % de su cobro quincenal de 9.000 bolívares.

María Sosa, usuario de la Línea Unión, dijo que para quienes no salen diariamente el aumento a 200 Bs es insignificante. “Para uno que debe salir todos los días es fuerte, abre hueco en el bolsillo”, dijo.

Hasta las “perreras” quedaron fuera de servicio

Ante la falta de unidades en el estado Mérida, surgió un nuevo medio de transporte, “las perreras”. Son vehículos de carga improvisados por los mismos ciudadanos para paliar la situación por la desatención de los gobernantes.

Estas unidades también sufrieron los embates de la inflación, quedaron fuera de servicio como miles de vehículos en Venezuela.

Con información de Caraota Digital

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