Una “patada” a las reivindicaciones de los trabajadores del sector educativo. Las organizaciones sindicales del magisterio denunciaron este martes, 18 de septiembre, la violación del contrato colectivo que firmó el gremio el pasado mes de abril, así como las condiciones “deplorables” en las que se inició el nuevo año escolar en el país.
El presidente de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Orlando Alzuru, señaló que hace unos meses el gremio firmó con “esperanza y con fe” una convención colectiva que representaba una verdadera “conquista laboral”. Sin embargo, tras la reconversión monetaria y el aumento de salario, no fueron consultados para fijar el nuevo tabulador.
Alzuru, en representación de las federaciones, aseguró que el gremio está dispuesto a dialogar y pidió al ministro Aristóbulo Istúriz reunirse “lo más pronto posible” para recuperar el poder adquisitivo de los maestros.
Incertidumbre
“Apostamos a la paz escolar, pero no podemos detener a un magisterio que se encuentra en gran incertidumbre, no vamos a ser un muro de contención”, dijo. También manifestó que desconocen cómo quedarán los bonos y primas.
El dirigente gremial indicó que con el tabulador que habían “conquistado” en abril un educador percibía entre ocho y doce salarios mínimos. Sin embargo, para septiembre con la tabla que fijó el Gobierno, un Docente I (que trabaje 40 horas semanales) cobrará un salario integral de 2.872, 04 bolívares soberanos y un Docente VI Bs.S 4.718,79.
Tras la reconversión monetaria, según indicó, la póliza HCM quedó en 200 bolívares soberanos mientras que el servicio funerario es de Bs.S 150.
Clases sin condiciones
Alzuru manifestó preocupación por cómo los docentes lograrán llegar a las aulas durante el año escolar con las dificultades que existen para conseguir dinero en efectivo y por la crisis del transporte público.
Agregó que, además, el año pasado hubo muchos problemas para el funcionamiento del Programa de Alimentación Escolar (PAE) por la carestía de alimentos en el país: “Y para nadie es un secreto que muchos padres mandan a sus hijos al colegio para que coman porque no tienen que darles en sus hogares”.
También reprochó que aún no han llegado a los planteles los uniformes y útiles escolares que prometió el Gobierno para unos 4 millones de estudiantes.
Con información de Efecto Cocuyo

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